Líderes empresariales como Elías Landsmanas están conscientes de que la industria avícola es de vital importancia para el impulso de la economía mundial y nacional, así como una parte esencial de la dieta diaria de millones de personas.
Y es que la proteína que más consumen los mexicanos es la carne de pollo. Por si fuera poco, el país también es el consumidor de huevo número uno en el mundo, con un récord de poco más de un huevo por persona al día.
Ante la pandemia del COVID-19, se temía que hubiera repercusiones significativas en este sector; no obstante, la industria avícola continúa trabajando con normalidad siguiendo las más estrictas recomendaciones de salud e higiene para todo el personal involucrado.
De hecho, la avicultura mundial en el 2019 tuvo excelentes resultados y, este año, a pesar de la pandemia del COVID-19, el pronóstico parece aún más positivo, opinan expertos de la Unión Nacional de Avicultores.
Elías Landsmanas: calidad e inocuidad en la producción avícola
La capacidad de producción de la industria avícola es exorbitante. Este año, se espera una producción de huevo de 3 millones de toneladas a nivel mundial, lo que equivale a 250 millones de toneladas mensuales. En cuanto al pollo, se esperan 3.6 millones de toneladas a nivel nacional solamente.
Además, la avicultura en México es una de las industrias más avanzadas en tecnologías de producción y bioseguridad desde hace décadas, por lo que no se han tenido conflictos para continuar con el abastecimiento esperado y satisfacer la demanda de las familias.
De cualquier modo, los principales productores están llevando a cabo las medidas indicadas por las autoridades correspondientes para evitar brotes de COVID-19 en sus plantas:
- Incrementando las medidas de higiene y desinfección.
- Llevando un control diario del personal y las actividades.
- Capacitando a los colaboradores en materia de control sanitario en una pandemia y protegiendo su bienestar.
Como parte integral del equipo directivo de Corporativo Kosmos, Elías Landsmanas Dymensztejn, está en contacto directo con la producción de todo tipo de alimentos que llegan a los comedores institucionales, floteles, instituciones de beneficencia y más.
Desde su función, se asegura que las familias mexicanas tengan acceso a alimentos de la más alta calidad para que puedan desarrollarse sanamente y, al mismo tiempo, ayudar al progreso e impulso de las industrias más importantes de México, como la avícola.