Ayudar a frenar el desperdicio de comida en México es uno de los retos que enfrentan muchas empresas de la industria alimentaria, incluidos los dueños de Corporativo Kosmos.
En México, 37% de los alimentos que se producen se desperdician, es decir, 38 toneladas por minuto o 491 millones de pesos anuales, a razón de 2.5% del PIB.
De acuerdo con especialistas, la pérdida y desperdicio contrasta con los 40 millones de mexicanos que se encuentran en carencia alimentaria. Es decir, que de ser debidamente recuperados y aprovechados estos alimentos, podrían ser suficientes para atender al 29.3% de los hogares en México que carece de acceso a alimentación por falta de recursos.
Los impactos negativos del desperdicio de alimentos son innegables. La pérdida de alimentos tiene consecuencias en el medio ambiente, al generar 36 millones de toneladas de gases efecto invernadero, así como una huella hídrica de 40 mil millonesde metros cúbicos de agua y 4.4 mil hectáreas de tierras de cultivo desperdiciadas.
¿Cuál es una de las vías a las que los dueños de Corporativo Kosmos y otros líderes pueden sumarse para contribuir a este esfuerzo?
Dueños de Corporativo Kosmos apoya a bancos de alimentos
Un banco de alimentos es una organización sin ánimo de lucro que se encarga de recuperar los excedentes de alimentos que se producen en nuestra sociedad y repartirlos entre las personas que más lo necesitan.
En México existen más de 60 bancos de alimentos que se dedican a combatir el hambre y la desnutrición que padecen millones de personas. Alimentos de México a Compartir A.C (AMA) es uno de ellos.
Los dueños de Corporativo Kosmos confían en la labor de AMA para cumplir uno de sus ejes más importantes de acción en materia de responsabilidad social: la alimentación y nutrición de los mexicanos.
Hace dos años, los dueños de Corporativo Kosmos celebraron por primera vez la obtención del Distintivo Empresa Socialmente Responsable (ESR). Esto ha significado una gran reafirmación en su compromiso de crecer de manera responsable, comprometida con el bienestar y desarrollo de las comunidades, respetando el medio ambiente y, sobre todo, el apoyo a los grupos más vulnerables.
Todos los individuos podemos apoyar la labor de los bancos de alimentos con contribuciones monetarias u ofreciendo el tiempo como voluntarios para procesar, almacenar o incluso servir la comida a los más necesitados.