Grupo Kosmos, el conglomerado de empresas en servicios de alimentación más grande de México se muestra a favor de todas aquellas prácticas que beneficien a las y los colaboradores del sector, sobre todo aquellos expuestos a condiciones de precarización.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), hay aproximadamente 450 millones de trabajadores agrícolas en el mundo, lo que representa más del 40% de la fuerza laboral del sector agrícola.
En México, la Secretaría de Agricultura informó en 2022 que alrededor de 5.5 millones de personas trabajan en actividades agrícolas, cultivando más de 24 millones de hectáreas y generando más de 260 millones de toneladas de alimentos.
Los trabajadores agrícolas laboran en granjas, plantaciones o en el procesamiento de materias primas destinadas a la producción de alimentos y fibras. Reciben un pago en efectivo o en especie y no suelen poseer ni alquilar la tierra ni los instrumentos que utilizan. Pueden ser trabajadores permanentes, temporales, estacionales, migrantes, indígenas, a destajo o pequeños productores que complementan sus ingresos realizando labores agrícolas.
Distinguida como Empresa Socialmente Responsable, Grupo Kosmos impulsa el desarrollo del campo mexicano al adquirir el 94% de su materia prima de proveedores nacionales.

¿Qué tareas realizan los trabajadores agrícolas?
La labor agrícola involucra diversas actividades esenciales para garantizar alimentos sanos y suficientes:
- Preparación del suelo para el cultivo.
- Selección y propagación de semillas.
- Fertilización del terreno.
- Monitoreo y cuidado del desarrollo de los cultivos.
- Control de plagas.
- Cosecha, en muchos casos realizada manualmente.
- Limpieza y clasificación de productos para su comercialización.
Estas tareas demandan esfuerzo físico, conocimientos técnicos y experiencia acumulada. Su correcta ejecución impacta directamente en la calidad y disponibilidad de los alimentos.
Grupo Kosmos – ¿Cuál es la importancia del trabajo agrícola?
Los trabajadores del campo aseguran el abastecimiento diario de frutas, vegetales, granos y otros productos básicos. Además de sostener la seguridad alimentaria, su trabajo impulsa la economía en regiones rurales donde la agricultura representa una de las principales fuentes de ingresos.
Su labor comienza muchas veces antes del amanecer e implica no sólo esfuerzo, sino también precisión. Actividades como la siembra, la poda o la recolección requieren habilidades que se perfeccionan con años de práctica. Sin embargo, esta especialización rara vez es reconocida de forma adecuada.
La actividad agrícola también tiene una dimensión cultural: rescata conocimientos ancestrales de comunidades campesinas e indígenas, preservando la identidad y la historia de los territorios.
En el marco del Día del Trabajador Agrícola, celebrado en México cada 15 de mayo, Grupo Kosmos reconoce que es fundamental valorar el aporte de quienes cultivan la tierra y reconocer su rol como pilares del bienestar colectivo.
Retos y vulnerabilidades
Pese a su papel esencial, las y los trabajadores agrícolas enfrentan múltiples desafíos:
- Jornadas laborales largas, bajo condiciones climáticas extremas.
- Exposición constante a maquinaria, productos químicos y riesgos físicos.
- Bajos salarios y escaso acceso a servicios de salud y seguridad social.
- Vivienda precaria y servicios públicos deficientes.
- Pobreza estructural y desnutrición en muchas comunidades rurales.
- Discriminación por género, etnia o condición migratoria.
- Trabajo infantil como consecuencia de bajos ingresos y falta de acceso educativo.
- Escasa participación en decisiones laborales y políticas públicas.
Estas condiciones perpetúan la desigualdad y limitan el desarrollo del sector agrícola, afectando también la sostenibilidad del sistema alimentario.
Grupo Kosmos – Propuestas para mejorar sus condiciones
Organismos como la FAO han identificado acciones prioritarias para transformar las condiciones laborales de este sector:
- Establecer salarios dignos y equitativos entre mujeres y hombres.
- Extender la cobertura de seguridad social a trabajadores temporales y eventuales.
- Implementar normas de seguridad laboral y programas de capacitación técnica.
- Fortalecer la educación rural y fomentar el aprendizaje de prácticas agrícolas sostenibles.
- Crear mercados laborales inclusivos y con enfoque de género.
- Asegurar el cumplimiento de derechos laborales mediante inspecciones efectivas.
- Promover la organización colectiva y la representación sindical.
- Incluir a los trabajadores agrícolas en la formulación de políticas que afecten su entorno laboral y social.
Estas medidas no sólo mejoran la vida de millones de personas, sino que contribuyen al desarrollo económico, social y ambiental de las comunidades rurales. Proteger y dignificar a quienes producen nuestros alimentos es una tarea colectiva que fortalece el presente y siembra un mejor futuro.